Desde la antigüedad, el fundador de la medicina, Hipócrates, aconseja aplicar cataplasmas de aceitunas maceradas para el tratamiento de diversas enfermedades de la piel.
En los últimos años se ha demostrado que el aceite de Oliva tiene una composición de grasas (triglicéridos) muy similar a la de sebo de la piel y, entre los lípidos naturales, es el que tiene mayor afinidad con la capa lipídica de la piel.
Se formulan sobre esta base la crema hidratante para la cara y el suero concentrado antiedad Galì, que contienen un alto porcentaje de aceite de oliva extra virgen de la categoría más alta del lago Iseo, obtenido exclusivamente por procedimientos mecánicos. La crema está enriquecida con moléculas activas tales como aceite de germen de arroz, ceramidas y un polisacárido paticolare, la actividad de formación de película e hidratante de larga duración.
Adecuado para todo tipo de piel y aún más para el tratamiento de la piel seca, hipotrófica, que necesite nutrición y protección especialmente en climas fríos. Eudermica, hidratante y emoliente, se usa por la mañana y por la noche.
El suero concentrado antiedad Galì completa el tratamiento, actuando sobre pequeñas arrugas de expresión, cuello y escote.
Esta emulsión tan funcional garantíza una acción tonificante, anti-envejecimiento y tiene una textura muy especial, que hace que la piel quede extremadamente lisa, suave y sedosa. Enriquecido con manteca de karité, proteína de trigo y un disacárido particular, trehalosa, forma una película y presenta actividad hidratante de larga duración.
La caja contiene un frasco de crema de 50 ml y una botella de suero de 30 ml.